Decir palabrotas y portarse groseramente puede provocar toda clase de problemas entre los padres y sus hijos. Cuando los niños empiezan a utilizar palabras malsonantes, los padres se sienten abrumados o escandalizados. Lo primero es que averigües dónde y de quién las aprende. Para borrar este lenguaje de su vocabulario, deberás:
- Dejar claro que no tolerarás palabrotas y que el lenguaje inapropiado tendrá sus consecuencias.
- No olvides que a veces los niños necesitan mucha ayuda para encontrar las palabras adecuadas para expresar lo que sienten o piensan.
- Si las palabras persisten, proporciónale otras alternativas, ridículas e inofensivas.
- No actúes contra las palabrotas desde el principio. Empieza por ignorarlas. En caso de que esta táctica no resulte eficaz, podrás pasar a la acción.
- No te cruces de brazos y aceptes sin más el lenguaje de tus hijos.
- No digas tú tacos. Poco podrás hacer si te oye a ti constantemente pronunciando las palabras que no quieres que él diga.
CLASE DE AURORA
domingo, 17 de octubre de 2010
COMBATIR LA GROSERÍA
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