La alimentación de los niños es un tema recurrente en la sociedad actual. Todos los adultos que rodean al niño se muestran preocupados porque tenga hábitos saludables, que coma un poco de todo, que no abuse de dulces y refrescos... El maestro tiene en sus manos, a lo largo del desarrollo de esta unidad, la posibilidad de despertar en sus alumnos el interés por probar todo tipo de comidas.
Por otro lado, resulta interesante mostrar al niño que la sociedad es como un gran puzle en el que todos encajamos de alguna manera: los médicos, los bomberos, los maestros, los tenderos. Las tiendas son necesarias para que podamos acceder fácilmente a los productos que necesitamos en la vida diaria, sin caer en el consumismo.
Educación en valores y educación emocional. El maestro y la familia debemos colaborar para ayudar al niño a pensar bien qué cosas necesita de verdad y qué cosas son caprichos momentáneos. Hacer una lista antes de ir al supermercado, revisar el carro antes de pagar, llegar a un acuerdo antes de entrar al centro comercial son trucos que encaminan al niño hacia la compra responsable de objetos y alimentos.
Por otro lado, es muy importante que los niños adquieran hábitos saludables de alimentación, que sean capaces de reprimirse delante de un montón de chucherías y dulces, y también que sean capaces de tolerar nuevos sabores para completar una dieta sana. Deben aprender a comer todo tipo de alimentos, no sólo los que ya conocen o tienen un sabor agradable.
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