Cuento de la letra Y
– ¡Fuego! ¡Fuego! ¡Socorro!
¡Que alguien me ayude! – oyó gritar Yolanda, cuando era tan sólo una niña, mientras paseaba con sus padres y su hermana gemela Ylenia.
Enseguida, se oyeron unas sirenas y, en un abrir y cerrar de ojos, llegó un reluciente coche de bomberos.
Como si de magia se tratase, a gran velocidad, de él salieron unos bomberos con sus cascos, sus mangueras y su larga escalera.
Cortaron la calle y apartaron a todas las personas que allí estaban. En un visto y no visto, pusieron a salvo a la señora anciana y a su marido.
Yolanda no abrió la boca. ¡Había sucedido todo tan deprisa...! No dijo nada a nadie, pero estaba muy impresionada. En ese momento decidió que de mayor ella quería ser como ellos. Ella sería bombera, para poder ayudar a la gente. Ahora es muy feliz. Su sueño se ha realizado.
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