El gran día llegó, el autobús ya nos estaba esperando. Sentados y con el cinturón bien atado nos dirigimos a la sala Escena Miriñaque. Al llegar nos emparejamos para recorrer la corta distancia hasta la puerta del teatro. Cruzamos por un paso de cebra prestando mucha atención. Entramos en la sala y nos fuimos acomodando en las primeras filas. Todos muy formales esperamos expectantes a que comenzase la actuación.
Desde el primer momento nuestra atención fue máxima y se mantuvo hasta el final.
Todos salimos encantados con la historia y Aurora también de nuestro bueníííííísimo comportamiento (nos felicitó un montón de veces).
La mañana terminó con la degustación de un poco de dulce de leche con un palito de pan y un bonito dibujo que coloreamos con mucho cuidado.
La mañana terminó con la degustación de un poco de dulce de leche con un palito de pan y un bonito dibujo que coloreamos con mucho cuidado.
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