Nuestra reflexión de hoy, martes:
En Adviento hay muchas cosas que podemos mejorar para que Jesús se sienta muy a gusto entre nosotros.
Durante toda su vida, Jesús nos enseña una cosa muy importante y es que “Nos amemos los unos a los otros como Él nos amó”. Nos enseñó que debemos ayudarnos para conseguir un mundo mejor. Él ayudaba a todos los que lo necesitaban: a los enfermos, a las personas que estaban solas y tristes… Si todos nos ayudáramos de verdad, en este mundo habría más bondad y alegría.
Durante toda su vida, Jesús nos enseña una cosa muy importante y es que “Nos amemos los unos a los otros como Él nos amó”. Nos enseñó que debemos ayudarnos para conseguir un mundo mejor. Él ayudaba a todos los que lo necesitaban: a los enfermos, a las personas que estaban solas y tristes… Si todos nos ayudáramos de verdad, en este mundo habría más bondad y alegría.
¿Verdad que nos ponemos contentos y nos sentimos bien, cuando nos ayudan los papás, los compañeros, la “seño”… a hacer algo que solos no sabemos o no podemos hacer?
Hoy nos hemos propuesto cumplir un compromiso: “AYUDAR A LAS PERSONAS QUE NOS RODEAN” (amigos, familiares, aquellos que lo necesiten y que podamos hacer algo por ellos…)
Es ADVIENTO: así te espero, JESÚS, ayudando a los demás. Y con mis acciones y pensamientos te preparo un corazón acogedor para cuando nazcas.